31 de octubre:

San Quintín fue hijo de un senador romano y bautizado por su amigo, el Papa San Marcelino. Viajó como misionero a Francia para evangelizar, donde curaba a los enfermos y expulsaba a los demonios, lo que impresionaba a los paganos que luego decidían convertirse.
Los líderes religiosos se quejaron entonces con el gobernador Riciovaro, quien lo mandó llamar y le preguntó a San Quintín por qué propagaba la fe en un crucificado. El Santo respondió que esto era un honor mayor que ser el hijo de un senador romano.
Riciovaro lo mandó a encadenar y azotar, pero por la noche las cadenas se soltaron y sin saber cómo, se encontró libre y en la calle. Al día siguiente San Quintín continuó predicando, pero el gobernador lo volvió a arrestar y lo mandó a matar en el año 287.
Fuente: Aciprensa.com