
22 de agosto:
"La Virgen Inmaculada, asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial fue ensalzada por el Señor como Reina universal con el fin de que se asemejase de forma más plena a su Hijo Señor de señores y vencedor del pecado y de la muerte".
Esta memoria fue instituida por el papa Pio XII al coronar a la Virgen en Santa María la mayor en Roma , antes celebrada el 31 de mayo, Pablo VI al promulgar el calendario Romano general traslado la fiesta al 22 de agosto, que coincide con la octava de la solemnidad de la Asunción.
María es madre de aquel “cuyo Reino no tendrá fin, A Ella le corresponde el título de reina no sólo por naturaleza sino por mérito el título de Reina Madre.
De pie a tu derecha está la Reina. Sal. 44